Una de las imágenes más fuertes que vi en mi vida, hay muchas cosas en esa imagen, la vi y se me humedecieron los ojos y a medida que la observé detenidamente se apretaba el nudo en la garganta.
Una mujer, no es cualquier mujer, es una mujer que representa a un pueblo, palestino, y un árbol, no es cualquier árbol, es el Olivo, el que lleva en su pico la paloma blanca, el árbol de la paz. Es un árbol que tendría, igual que sus arboles vecinos muchas historias que contar, entre ellas la historia de esa mujer de niña jugando entre olivares, la de sus padres y abuelos.
Es una imagen que me desgarra el alma, no puedo evitar contar lo que me genera y una historia en torno a una imagen.
Hace un año y pico, 27 de diciembre del 2008, empezó la operación 'Plomo Sólido', la más sangrienta desde el 67, que solamente el primer día provocó unas 200 muertes. Ese día nos encontrábamos con mi vieja y mi hermano en Egipto, rumbo al norte, hacia la península del Sinaí, para entrar en Jordania rodeando Gaza, cuya frontera estaba cerrada y zona que sería asediada por 25 días más, en los que se concretaría la operación -en síntesis- que dejó como saldo 1400 muertos palestinos y 14 Israelies (5 de ellos por fuego propio), al menos 400 de los muertos del lado palestino fueron niños y un centenar ancianos, los puntos atacados fueron desde colegios y universidades hasta hospitales y un centro de refugiados a donde pocas horas antes las mismas milicias israelíes habían trasladado palestinos heridos.
Ese tristísimo momento me tocó vivirlo allá, viendo las luces de aviones y helicopteros que se dirigían a matar una decena de personas en un abrir y cerrar de ojos, charlando con un palestino en Aqabah, viendo las luces del otro lado del río, donde a pocos kilómetros pasaba todo esto, o simplemente compartiendo la nostalgia de un joven palestino en el mar muerto (Del lado Jordano) que iba hasta ahí, solamente para poder ver, aunque sea desde 3 o 4km de distancia, la tierra donde nació.
El viaje me involucró, sería hipócrita despreocuparme después de haber sentido en carne propia ese momento, después de haber participado junto al pueblo palestino en movilizaciones por la paz o de manifestarles en todo momento nuestro más sincera y misera ayuda. Viví solo un lado de la historia, es cierto, pero aun colmado de pasiones y arrebatados sentimientos de ira, el sentido común me invita a defender al pueblo palestino.
En abril (2010) decidimos con mi vieja (igual o más compenetrada en el tema que yo) armar un blog en el que se notificara en español de los abusos sufridos por el pueblo palestino por parte del ejercito de Israel. Un blog que nos preocupamos más en escribir que difundir, pero que es una constancia que quedará y nos mostró en solamente tres meses la real magnitud del conflicto, unas 72 noticias desde entonces (Que son solamente una pequeña proporción que llegamos a traducir) de asesinatos, represión, maltrato físico y verbal, destrucción de viviendas y plantaciones, detenciones ilegales entre otros avasallamientos de derechos humanos. Absolutamente nada justifica todo eso, ni la idea Yanqui de terrorismo, palabra que es usada bastante a la ligera y se usa para describir de forma homogénea a un pueblo entero cuyo único estigma es haber nacido en oriente medio.
Antes de terminar quiero aclarar una última cosa, ya que tengo varios amigos judíos, con algunos discutí muy fuertemente, uno de ellos reside en Israel y su hijo forma parte de Tzáhal (Fuerza militar israelí), con otros compartimos el punto de vista, por ejemplo un grupo de Argentinos de un colegio judío que conocimos en Jordania. Pero ante todo destacar mi abstracción religiosa y estadista, ambas cuestiones son ajenas a mi pensamiento, soy ateo y libertario. Va esta aclaración porque el día de hoy hacer una crítica al accionar violento del estado sionista de Israel es considerado (por ellos) antisemita... y no es así.
Así que en todas esas imágenes y relatos, incontables, se anudan en mi garganta. Es ésta imagen, mucho más apropiada que las fotos cargadas de morbo de bebés fusilados, porque simboliza desde el atropello a la vida toda la injusticia al ver un campo de olivos en el pueblo Palestino Al Walaja village, cerca de la ciudad Cisjordana de Bethlehem. Una mujer aferrada al olivo. Ayer, las máquinas arrasaban su vida, su pasado, su alma.
Dejo la dirección del blog para quienes quieran seguirlo: http://palestinainshallah.blogspot.com/ Inshallah significa literalmente "si dios quiere", es un término usado por los árabes como una palabra de esperanza hacia el futuro.
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