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viernes, 28 de enero de 2011

RTVE se arruga ante las presiones del embajador israelí

Las llamadas de los embajadores a veces surten efecto. El jefe de la embajada de Israel, Raphael Schutz, se puso en contacto con el presidente de la Corporación de RTVE, Alberto Oliart, para pedirle explicaciones por la retirada de la web, el pasado 13 de enero, del episodio de Españoles en el mundo dedicado a Jerusalén. Y, anteayer por la noche, la televisión pública decidió rescatar el polémico vídeo, que había sido retirado a petición de la Defensora del Espectador, Elena Sánchez, porque ofrecía una "visión incompleta de Jerusalén".
Su vuelta a la vida se debe a que es "un programa de entretenimiento que cumplía los requisitos para su emisión en pantalla y, por tanto, su mantenimiento en la web", según explicó ayer TVE a Público. Esta decisión de Oliart supone una desautorización clara de Elena Sánchez.
La Defensora había recibido 170 cartas, que en su mayoría contenían "consideraciones sobre el conflicto palestino-israelí que estimaban que no se había reflejado en el programa", según explicó en su día. Sin embargo, RTVE precisó ayer que admitió la retirada del programa "como medida cautelar, en tanto se analizaba en profundidad el contenido". Esta versión no coincide con la ofrecida hace dos semanas.
El rescate del conflictivo capítulo, tildado de "propaganda sionista" por otros españoles residentes en Jerusalén, se produjo pocas horas después de los duros ataques contra este periódico vertidos por el portavoz de la embajada de Israel en su blog. Lior Haiat acusó a Público de ser "la versión española de la Pravda", de liderar una "dictadura del pensamiento" que cercena la libertad de expresión y de practicar un "terrorismo del pensamiento". Este periódico, que se limitó a informar sobre las críticas vertidas contra el programa, exigió ayer al embajador israelí una inmediata rectificación de las acusaciones injuriosas de Haiat.
El programa se emitió el 7 de diciembre tras un largo periplo. Rodado en abril, en él participaron dos cooperantes españolas que trabajan en Jerusalén Este. Tina Miñana y Susana de Val D`Espaux, las únicas que daban una visión desde la zona palestina de la Ciudad Santa, fueron eliminadas del montaje final "porque su participación no se ajustaba a los objetivos del programa", según la Defensora del Espectador. Sin embargo, la productora defendió el montaje "mucho más equilibrado" entregado inicialmente, que duraba ocho minutos más de los finalmente emitidos.
La opinión de las cooperantes es compartida por muchos otros españoles que viven en la ciudad. "Es una burda propaganda, esa no es la ciudad donde yo vivo. Netanyahu no lo hubiese hecho mejor", contó a Público Laura Caro, corresponsal de ABC en la zona desde hace cinco años.
Debate en el consejo
El tema fue debatido ayer en el consejo de administración de la corporación. Oliart argumentó que, una vez emitido el programa en televisión, no tenía sentido eliminarlo de la web ya que sería un acto de "censura", informa Rebeca Fernández.
En todo caso, en un intento de apagar la polémica, Oliart anunció que los dos testimonios censurados de las cooperantes serán emitidos en el próximo programa de la Defensora del Espectador. Y, una vez difundido por televisión, esos testimonios también se subirán a la web.
El portavoz de la embajada de Israel alabó ayer a Oliart por recuperar el vídeo: "Errar es humano, rectificar es de sabios", escribió en su blog.

jueves, 27 de enero de 2011

Israel, apartheid y aislamiento internacional

Las dictaduras  militares, algunos   regímenes democráticos que de democracia únicamente tienen el nombre y los grupos terroristas, han practicado a lo largo de la historia   el castigo a sus opositores, no sólo tratando de eliminarlos físicamente, sino a través del aislamiento, el encierro y la falta de cualquier tipo de estimulación sensorial externa.
Este tipo de torturas tiene como fin lograr la progresiva aniquilación psicológica del opositor, que  va   acompañada de amenazas de muerte y todo tipo de torturas, creando incertidumbre acerca  de su destino. De esta manera la víctima entra   en estado de confusión mental   y/o delirio,  y si finalmente sobrevive a este castigo,   se convierte en un desecho humano, que en psiquiatría se denomina estrés postraumático crónico.

El escarmiento que se intenta dar, es un mensaje de terror a la persona, pero también al grupo de pertenencia, para que a manera de advertencia cambien de posiciones, purifiquen sus ideas y se acerquen a la verdad absoluta que se impone desde el poder, o de lo contrario lograr que se callen para siempre.
Con esta finalidad, estos regímenes o grupos terroristas construyen celdas inhabitables, donde la luz no existe,  apenas  es posible respirar, provocando que el preso   se intoxique de sus propias emanaciones corporales.

Actualmente Israel practica la penumbra   carcelaria (11.000  presos palestinos), en sus dos vertientes: la primera, con sus 800 km del muro de separación de la vergüenza; la segunda por la ocupación militar con más de 500.000 colonos en Cisjordania más   120 check-points   que controlan férreamente y hacen inviable una vida normal

Como consecuencia se ha generado un régimen mucho más represor que el propio Apartheid que asoló durante décadas Sudáfrica contra la población negra.

Esto ha generado la respuesta de la Comunidad Internacional y de la sociedad civil en el mundo, alcanzando una oposición de más del 80% de la población mundial a esta situación, a pesar de las desavenencias que existen entre la Sociedad Civil y la política que ejercen los Gobiernos.

Nunca se había producido desde 1948, año de la fundación del Estado de Israel, una reacción tan universal de   aislamiento y de rechazo  de gran parte de la sociedad civil y de la Comunidad Internacional   por las políticas que practica, que a su vez   le impide ejercer un liderazgo en Oriente Próximo, fundado en la idea   que Israel es la única democracia genuina de la región.

Ni la clase intelectual ni ningún demócrata, como tampoco ningún gobierno democrático moderno, pueden sostener que Israel es la única democracia en Medio Oriente, por el sólo hecho de ejercer el sufragio universal y contar con un sistema parlamentario, cuando al mismo tiempo está con un régimen de ocupación brutal y asesino contra la población palestina, manteniendo el bloqueo a Gaza, discriminando a las minorías árabes-palestinas que viven en Israel y de igual manera, a las minorías no judías.

Israel también está construyendo su propia cárcel debido a las nuevas leyes que facilitan la investigación y persecución a los opositores israelíes.

Israel aprobó en enero de 2001 en la Kneset (Parlamento Israelí) una ley por amplia mayoría, que permite investigar a aquellas o­nG’s que denuncian la ocupación y la violación sistemática de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional, tanto en los territorios palestinos como en el propio Israel.

Una ejemplo más de esta política emprendida por Israel, es que desde el 1 de enero han sido   asesinados  16 palestinos tanto en Gaza como Cisjordania; se ha continuado con la demolición de viviendas palestinas   y entre ellos el emblemático Hotel Shepherd en Jerusalén Este; la   construcción de asentamientos  en Cisjordania continua a pesar de las   condena  de la Comunidad Internacional.

Otra muestra de su encierro, es el no haber permitido que juristas internacionales intervinieran en el juicio por la masacre cometida contra la “Flotilla de la Libertad” y haber sentenciado la legalidad de sus actuaciones criminales,   cuando gran parte de la Comunidad Internacional y la Sociedad Civil ha   visto en esta sentencia una flagrante violación del Derecho Internacional.

La historia ha demostrado que a pesar de que se sigan construyendo muros, cualquier forma de Apartheid no podrá sostenerse sine die, ante una sociedad abierta, globalizada e informada   que se opone   cada vez más a estas injusticias.

Ningún judío israelí, ni tampoco ningún judío del resto del mundo, honesto  y coherente con su propia historia, de sufrimiento, matanza y persecución,   puede admitir  que el mundo acabe   mirándoles   con horror y desprecio por las decisiones de los gobiernos de Israel, actual y pasados de seguir   ocupando una tierra    que no les pertenece.

El encierro propio y el encarcelamiento de lo diferente conducen al suicidio de cualquier especie

Indignación palestina por las revelaciones de documentos filtrados a Al Jazeera

Los documentos filtrados a la cadena de televisión Al Jazeera que la emisora árabe está emitiendo en su programación televisiva entre los días 23 y 26 de enero han ocasionado la crisis más grave entre la popular cadena del mundo árabe y la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Los documentos, cuyos originales pueden consultarse en la página web de Al Jazeera, culpabilizan a la ANP de colaboracionismo y de servilismo sumiso a las exigencias de Israel. Según El País, Yaser Abed Rabbo, miembro del comité ejecutivo de la OLP, ha acusdao a Al Jazeera de orquestar una campaña en contra del presidente palestino, Mahmud Abbas, y ha pedido que se investigue la filtración. Hace año y medio, la Autoridad Palestina ordenó el cierre temporal de las oficinas de Al Yazeera en Ramallah, después de que una emisión implicara al presidente palestino en la muerte de Yaser Arafat. El lunes 24 la oficina de Al Jazeera en Cisjordania sufrió el asalto de unas 50 personas, al tiempo que Fatah, el partido de Abbas, imponía un boicot a los periodistas de la cadena.
Entre las revelaciones que más indignación han causado entre los palestinos está la oferta del anterior Primer Ministro israelí, Ahmed Quri , también conocido como Abu Ala, de permitir que Israel reocupe el corredor de Filadelfia entre Gaza y Egipto con tal de estrechar el cerco a Hamas. Después de haber ocupado el corredor tras la guerra con Egipto, Israel lo había abandonado en 2005 tras la decisión unilateral de abandonar Gaza. De igual manera, la rebelación de la oferta de Quri a Israel, con la mediación de la entonces Secretaria de Estado Estadounidense, Condoleezza Rice, de permitir la anexión isrelita de todos los asentamientos ilegales en torno a Jerusalén Este con la única excepción de la población de Jabal Abu (Har Omar), ha causado malestar entre la población palestina. Dicho sea de paso, según las filtraciones, Israel no aceptó esta “limitación” de la ANP a la ocupación de dichos territorios.
Otra de las filtraciones hace referencia a la decisión de Mamu Abbas de permitir el retorno únicamente de unos 10.000 refugiados palestinos de entre los seis millones que hay actualmente dispersos por todo el mundo, 400.000 de los cuales se encuentran en el líbano viviendo en campos de refugiados en condiciones infrahumanas.
Los documentos también hacen referencia a la colaboración palestina en el asesinato del líder de Hamas Al-Madau, quien fue muerto mediante un misil disparado desde un helicóptero Apache isrelita en Gaza. En el mismo documento se especifica como el anterior Primer Ministro isrelí, Ahmed Quri mantuvo conversaciones con la Ministra de Exteriores isrelí, Tzipi Livni, durante la cumbre de Annapolis para establecer la colaboración entre las fuerzas de seguridad israelitas y palestinas. Otro punto al que hace referencia el documento es a la pertenencia a las brigadas de seguridad colaboracionistas de la ANP de las Brigadas Mártires de Al Qsa, antaño una de los principales grupos de oposición a Israel.
En una de las filtraciones se habla de la obsesión de Fatah por mentener el control sobre Hamas, así como de las intenciones de Tzipi Livni de fortalecer a Fatah para debilitar a Hamas. La filtracion recoge la declaraciónde de Saeb Erekat al ministro belga Karel de Gucht en la que declara no poder soportar a Hamas ni sus programas sociales.
Otro de los documentos filtrados hace referencia a la oferta del servicio de inteligencia británico, M16, de colaborar para detener miembros de Hamas en Gaza así como la aportación del British Foreign Office de centenares de miles de dólares a las Fuerzas de Seguridad Palestinas, en especial la de 90.000 $ a la Fuerza de Seguridad Preventiva y al Servicio General de Inteligencia. Estos cuerpos de seguridad palestinos han sido acusados por la organización pro derechos humanos, Human Rights Watch, de practicar un gran número de arrestos ilegales y abusos contra los derechos humanos a los miembros de Hamas en los territorios ocupados.
Por último, los documentos filtrados hacen referencia al pesimismo del ex Primer Ministro británico, Toni Blair, cuando fue nombrado enviado del Cuarteto para el Oriente Medio en 2007, respecto a la posibildidad de la reconstrucción de infraestructuras en Cisjordania si no se lograban soluciones políticas.

Rusia reconoce a Palestina con capital en Jerusalén Oriental

Rusia es amada en Palestina. Fue agradable ver las emociones sinceras en los rostros de las personas que salieron a las calles del antiguo Jericó. Estas tierras necesitan vivir en paz", dijo el líder ruso en una famosa red social luego de su visita a Palestina.

El reconocimiento de Rusia el pasado 19 de Enero es un acontecimiento histórico que sin embargo ha pasado desapercibido en los medios occidentales.  Dimitri Medvédev  comentó que es la primera visita que cumple el Jefe de Estado ruso a los territorios palestinos sin la necesidad de visitar otro país. Anteriormente todos los viajes a la Autonomía Palestina se realizaban en el marco de las visitas a Israel. Lo cual sienta un precedente histórico poco común, sobre todo si tenemos en cuenta el contexto político internacional en el que nos movemos.
 
Este reconocimiento por parte de un actor global de poder decisivo como fuerza de construcción de un mundo multipolar y diverso, llega en un momento de gran importancia política en la zona si contamos con la actual y compleja situación en Líbano. Y si a esto sumamos la actual situación de tensión en Gaza y la nueva Flotilla de la Libertad que dentro de unos meses volverá, con más barcos y más gente, a intentar entrar en Gaza a través de su costa y así romper el bloqueo ilegal e inhumano que impone Israel a la Franja, podemos entender la relevancia de este acontecimiento. 

Este reconocimiento de gran importancia para Palestina y la zona de Oriente Medio se realiza dentro del marco de una tendencia de reconocimiento internacional iniciada y encabezada por diversos países latinoamericanos entre los que figuran de manera destacada Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador...y suman ya en el mundo más de 100 países. Sin duda, la suma de Rusia le agrega una fuerte presión a esta iniciativa internacional que nace, sin duda alguna, como consecuencia de los trágicos acontecimientos de hace 2 años en Gaza, con la operación Plomo Fundido, y el ataque a la Flotilla de la Libertad de Mayo del pasado año en la que soldados israelíes asesinaron a 9 activistas turcos abordando el Mavi Mármara en aguas internacionales.

Nos nos queda más que destacar este importante reconocimiento y animar a más países, sobre todo a los europeos, a seguir el ejemplo. No sea que se vayan quedando solos en una clara posición contraria a los derechos humanos y derecho a la autodeterminación del pueblo palestino.

Cronología: la muerte lenta de un proceso de paz

Al Yazira y 'The Guardian' han revelado 1.600 documentos secretos que detallan el difícil diálogo entre israelíes y palestinos en la última década. Según las filtraciones, en 2008 los palestinos ofrecieron a Israel la anexión de todos los asentamientos judíos ilegales excepto uno. El jefe actual de las negociaciones, Saeb Erekat, ha tildado de "sarta de mentiras" la información.

1999 - Muere el rey Hussein de Jordania, uno de los principales impulsores del proceso de paz. Arafat y Barak firman en Egipto la aplicación del Plan Wye, que incluye la retirada israelí de un 12% de Cisjordania a cambio de que la OLP garantice la seguridad de Israel. En noviembre reanudan la negociación sobre los territorios ocupados, pero se rompen a los pocos días, cuando se construyen nuevos asentamientos.


2001 - Sharon es elegido primer ministro y cancela las negociaciones sobre la propuesta de paz de EEUU. El Frente Popular de Liberación de Palestina asesina al ministro de Turismo israelí, Rejavam Zeevi, y mata a 26 personas en una oleada de atentados. Israel bombardea Gaza y Cisjordania y rompe el contacto con Arafat.


2000 - Fracasan las conversaciones para la devolución de los Altos del Golán a Siria. Las tropas israelíes salen del sur de Líbano. La cumbre de paz de Camp David entre Arafat y Barak fracasa. Empieza la segunda Intifada tras la visita de Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitas.


2003 - Estados Unidos, la Unión Europea, Naciones Unidas y Rusia hacen pública la Hoja de Ruta para las conversaciones de paz. Arafat muere en 2004 y Mahmud Abbas, de Al Fatah, asume la presidencia de la Autoridad Palestina.


2005 - El primer ministro Ariel Sharon y Abbas declaran un alto el fuego, e Israel retira tropas y colonos de la franja de Gaza tras 38 años de ocupación. Sharon sufre una apoplejía y es sucedido por Ehud Olmert.


2006 - El movimiento islamista Hamás gana las elecciones parlamentarias palestinas. Estalla la guerra en Líbano después de que militantes de Hezbolá capturaran a dos soldados israelíes, e Israel contraatacase. Los 34 días de enfrentamientos dejan 1.100 muertos libaneses y 154 israelíes.


2007 - Las fuerzas de Hamás vencen a los seguidores de Abbas en una semana de combates en Gaza, en el mes de junio. Fatah pierde todo el poder en la franja. En Cisjordania, Abbas descarta un gobierno de unidad con Hamás. En noviembre, una conferencia auspiciada por George W. Bush en Annapolis relanza las conversaciones de paz, con el objetivo de crear un Estado palestino para finales de 2008.


2008 - Las negociaciones de paz se estancan: fue el momento en el que más cerca se estuvo de un acuerdo. Olmert dimite en septiembre de 2008 por una investigación de corrupción. Hamás e Israel viven seis meses de alto el fuego. En diciembre, Hamás pone fin a la tregua lanzando cohetes que provocan heridos en Israel. Israel lanza una ofensiva aérea contra objetivos de Hamás que deja más de 155 muertos, la mayoría de ellos policías del movimiento islamista.


2010 - Israel ataca una flotilla turca con ayuda humanitaria dirigida a Gaza. Mueren nueve activistas y 60 resultan heridos. Hillary Clinton se reúne con Netanyahu y Abbas en septiembre. Son las primeras conversaciones directas tras 20 meses sin diálogo.


2011 - La cadena de televisión Al Yazira y el diario británico The Guardian revelan 1.600 documentos secretos. Según la filtración, los negociadores palestinos ofrecieron a Israel en 2008 la anexión de todos los asentamientos judíos construidos ilegalmente en el Jerusalén ocupado, excepto uno, el de Har Homa.

Israel concluye que el asalto a la flotilla de Gaza fue legal

El asalto al buque Mavi Mármara fue legal y los soldados israelíes mataron a nueve civiles turcos "en legítima defensa" durante el abordaje. Esas son las conclusiones fundamentales del informe emitido ayer por la Comisión Turkel, formada por el Gobierno de Israel para investigar la violenta interceptación de la llamada flotilla de la libertad, que el pasado 31 de mayo intentó romper el bloqueo y llegar a Gaza.

Nadie esperaba que la comisión culpara al Gobierno o al Ejército de Israel, pero no se esperaba tampoco una absolución tan rotunda, firmada por sus cinco miembros oficiales, juristas israelíes encabezados por el ex magistrado del Supremo Jacob Turkel, y por dos observadores internacionales, David Trimble, ex primer ministro norirlandés y premio Nobel de la Paz, y Ken Watkin, general del cuerpo jurídico del Ejército canadiense.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, se declaró "pasmado" al conocer las conclusiones y declaró que el informe de la comisión israelí carecía de "valor o credibilidad". El Gobierno turco, que copatrocinó el viaje de la flotilla, ya investigó por su cuenta el asunto y concluyó que Israel había violado las leyes internacionales.
Según la Comisión Turkel, los soldados israelíes que realizaron el abordaje "actuaron profesionalmente y con gran presencia de ánimo dada la extrema violencia que no habían esperado". La comisión considera que "la profesionalidad de los soldados se hizo evidente por el hecho de que sustituyeran sus armas letales por opciones menos letales, y viceversa, con el fin de dar una respuesta adecuada a la naturaleza de la violencia que en cada momento se dirigía contra ellos".
Los investigadores nombrados por el Gobierno también respaldan al mismo en un hecho fundamental: afirman que el abordaje, realizado en aguas internacionales, fue legítimo porque al intentar romper el bloqueo la flotilla "se había convertido en un objetivo de guerra". En realidad, la comisión culpa directamente a los activistas a bordo del Mavi Mármara de una resistencia "planeada y extremadamente violenta" e indica que unas 100 personas, entre las 600 que viajaban en la nave, no debían ser considerados civiles ni ser tratados como tales, sino como "participantes directos en las hostilidades".
En cuanto al propio bloqueo impuesto sobre Gaza desde hace tres años y medio, la comisión lo considera acorde con la legislación internacional y dice que no existe evidencia de que se vulneren los derechos humanos de los palestinos de la Franja. En el informe, de casi 300 páginas, se afirma que los habitantes de Gaza no padecen hambre sino "falta de estabilidad nutricional" y que su principal problema no es la carencia de comida, sino la carencia de dinero para adquirirla.
El informe de la Comisión Turkel será enviado a Naciones Unidas, para ser añadido a la investigación abierta por la secretaría general de la organización.

sábado, 22 de enero de 2011

Concentración por Gaza en Sevilla: "Dos años después de la operación plomo fundido"

DOS AÑOS DESPUÉS DE LA OPERACIÓN PLOMO FUNDIDO
Concentración por Palestina. Sevilla, 18 de enero de 2011
Plataforma de Solidaridad con Palestina de Sevilla
Actividad en recuerdo de las víctimas
Martes 18 de enero a las 19:00h
Plaza Nueva de Sevilla

Ver vídeo
Enlace: http://www.youtube.com/watch?v=rk_ifM90EO0

Apuntes sobre el reconocimiento de Palestina y el boicot a Israel

La presente reflexión pretende problematizar el reconocimiento que han realizado países de América Latina respecto al Estado Palestino, intentando trazar líneas sobre la contradicción entre el reconocimiento de una Palestina soberana, junto con la profundización de relaciones económicas y políticas con el Estado de Israel. No se intenta sellar el tema por medio de argumentos y datos históricos, ideológicos y políticos, sino más bien dotarnos de una “caja de herramientas” para contribuir a dilucidar la actualidad de “la cuestión palestina”.
El reconocimiento oficial de Palestina que iniciaron los países líderes de MERCOSUR, Argentina y Brasil, se hace relevante de analizar no sólo por el protagonismo que están teniendo como bloque económico en las problemáticas y desafíos globales a nivel internacional. Lo que resulta del todo consecuente con las tratativas de Brasil desde hace algún tiempo, de integrar como miembro permanente el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, junto a los otros 5 países: Estados Unidos, Rusia, Inglaterra, Francia y China.
Las declaraciones formuladas son decisiones interesantes porque se realizan de forma coordinada, lo que da cuenta de que las aspiraciones de dicho bloque van más allá de acuerdos económicos, políticas arancelarias y la unión aduanera que ha sido implementada, incorporando posturas políticas y éticas junto a otros organismos como UNASUR, respecto a diversas situaciones propias de la contingencia a nivel regional y mundial.
El otro asunto primordial es que se reconoce al Estado Palestino en las fronteras anteriores a junio de 1967. Es decir, se explicita que el Estado Palestino debe construirse en la Franja de Gaza, Cisjordania, incluida Jerusalén Este (22% de la Palestina Histórica), de acuerdo a las resoluciones 242 (1967) y 338 (1973) del Consejo de Seguridad, que sí son vinculantes y que el Estado de Israel ha violado sistemáticamente con el apoyo explicito de Estados Unidos y con la complicidad de un gran número de estados que conforman la comunidad internacional.
Lo trascendente de reconocer las fronteras del año 1967 es que se encuentran definidas por el derecho internacional, pero a su vez por los impactos que se tornan implícitos. Al estipular como legales dichas fronteras, se está afirmando que se rechaza la presencia y construcción de asentamientos en los Territorios Ocupados, que no se reconoce la anexión de Jerusalén como “capital eterna e indivisible del Estado de Israel” o cualquier otro acto jurídico o fáctico que implique la apropiación de tierra y recursos de Palestina, como por ejemplo, la construcción de carreteras exclusivas para los colonos en la Ribera Occidental del Jordán o la apropiación de las aguas subterráneas en la Franja de Gaza1.
A todas luces, de manera preliminar, el apoyo descrito resulta del todo exitoso como una forma de expresar solidaridad con la causa del pueblo palestino, que es la autodeterminación en su propio país, la cual ha sido negada por más de 60 años, junto a un intento de exterminio físico y simbólico de su presencia en dicha tierra.
El problema que se presenta es el siguiente: no nos encontramos en presencia de un conflicto de larga data en donde se enfrenten dos fuerzas simétricas, en igualdad de condiciones. De hecho, una de las partes ha hecho esfuerzos sistemáticos para borrar por la fuerza y por medio de una limpieza étnica al pueblo palestino, como queda demostrado principalmente por historiadores israelíes y palestinos que se han dedicado al estudio y la investigación del Nakba en 1948 y la Naksa en 1967. Pero también por la fuerza de los hechos que ha quedado en evidencia durante la última década, gracias a la difusión de las comunicaciones y la tecnología, facilitada principalmente por parte de ONGs y medios de comunicaciones alternativos; camarógrafos, periodistas y en general profesionales internacionales que promueven una información bastante más sensata y desvinculada de intereses económicos o corporativos.
Desde principios de la década pasada, cuando se inicia la Intifada Al-Aqsa (2000), la potencia ocupante se niega a que exista presencia de Observadores Internacionales en los Territorios Ocupados (2001-2002), principalmente en aquellos lugares donde se producían choques entre los manifestantes y los militares israelíes. Además, construye un Muro propio de los antiguos imperios que refuerza el control sobre la población palestina en conjunto con los puestos de control militar que existen en las entradas y salidas de todas las ciudades y aldeas palestinas. Dicho Muro ha sido declarado como ilegal (2004) por el Tribunal de la Haya (el mismo tribunal que se encuentra resolviendo el litigio marítimo entre Perú y Chile). Algunos desinformados y/o mal intencionados sostendrán que Israel tiene derecho de ejercer su soberanía y defender a sus ciudadanos. Lo que es un hecho cierto para todos los pueblos y naciones-estado del mundo y no sólo para quienes creen tener un “mandato divino” sobre “la tierra prometida”.
La cuestión central radica en que dicho Muro de hormigón se encuentra instalado en territorio palestino, en los mismos territorios que Argentina, Brasil, Ecuador y otros países como Costa Rica, Cuba, India y China han reconocido como territorio soberano palestino. Es como si Chile decidiera construir un Muro de contención entre Tacna (Perú) y Mendoza (Argentina) para combatir el tráfico de drogas y la inmigración ilegal. El Muro ha destruido miles de hectáreas cultivables, robando sus recursos más preciados como el agua, ha fragmentado poblados, familias, universidades, en fin.
A lo anterior, se debe agregar el bombardeo sobre Gaza por aire, mar y tierra (Operación Plomo Fundido/2008-2009), que tenía como objetivo principal atacar a la población civil por su “culpa” de apoyar a Hamas, el mismo movimiento que fomentó Israel para debilitar a la OLP desde fines de los años 80. No se explica de otra manera que instalaciones de Naciones Unidas para la distribución de alimentos, tiendas de campaña, escuelas y hospitales, hayan recibido el impacto directo de artillería pesada y armamento como el fósforo blanco (reconocido por sus propias autoridades) que se encuentra prohibido por la Convención de Ginebra y la Ley Internacional. A lo que se debe sumar, el ataque a la Flotilla Internacional (denominada Flotilla de la Libertad/2010) que se proponía ayudar a romper el bloqueo absoluto que impone la potencia ocupante a la Franja de Gaza, la construcción de nuevos asentamientos en Jerusalén y, por último, la intransigencia de la dirigencia israelí de frenar incluso lo que ellos denominan de forma antojadiza como “crecimiento natural” de las colonias en “los territorios en disputa”.
Estos hechos grafican que nos encontramos en un conflicto absolutamente desproporcionado, desequilibrado y por tanto si se deja a las partes “negociar” bilateralmente, con Estados Unidos como facilitador, las posibilidades de lograr una solución razonable y viable (ni siquiera justa) son igual a 0. Por esta razón, resulta decisivo apoyar el reconocimiento del Estado Palestino soberano con sus fronteras definidas, como lo han hecho una gran cantidad de estados y actores internacionales.
Pero no basta para tener éxito, la historia política contemporánea y los estudios internacionales han confirmado la vigencia del neo-realismo político. Se debe presionar por medio de un boicot integral externo2 y también a nivel local por parte de los palestinos e israelíes comprometidos con la paz3, puesto que el Estado de Israel se ha propuesto en términos estratégicos; dilatar una situación de inestabilidad y precariedad por medio de un eterno “proceso de paz”, fomentar el statu quo y así ganar tiempo para proseguir con su objetivo de lograr cambios físicos y demográficos. Así como asfixiar a los palestinos por medio de una “guetización” del territorio árabe en cientos de islas inconexas, separadas forzosamente como Gaza y Cisjordania, situación que coexiste con una dirigencia oficial palestina agotada y desacreditada4 e interlocutores árabes preocupados de mantener sus privilegios. Actualmente ya no se puede hablar de dos grandes territorios palestinos, sino de cientos y miles de terruños, divididos por la potencia colonial.
Esta contingencia catastrófica se torna relevante y decisiva de abordar puesto que precisamente hace escaso tiempo atrás, el MERCOSUR firmó un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Israel, el primero de este tipo, siendo ratificado, tal como se estipula, por cada uno de sus miembros plenos. Dicho acto es criticable por la inconsistencia política que demuestra, puesto que por un lado se reivindican los derechos nacionales legítimos del pueblo palestino, reconociendo incluso a su estado. Pero al mismo tiempo, se formalizan y profundizan intercambios comerciales y acuerdos de integración o cooperación con el Estado de Israel.
Actuar en ambas direcciones casi en forma simultánea, se podría interpretar o traducir vulgarmente como un discurso “populacho” para la “galería” y otro “formal-real” que se propone profundizar las relaciones con la potencia ocupante, sin balancear o sopesar los potenciales efectos adversos a nivel local, regional e incluso mundial, como podría ser debilitar o fragilizar las relaciones con los países árabes (22) e islámicos (57), que poseen un mercado de más de 1.200 millones de habitantes. Consecuencias que se pueden ver reflejadas también en una mayor legitimidad de movimientos y partidos políticos en la región, que se encuentran convencidos de que sólo una guerra de guerrillas popular y altamente disciplinada con base filosófica en el Islam, puede hacer retroceder a la entidad sionista.
Si efectivamente se reconoce que Israel ocupa territorios que no le corresponden ni pertenecen, que asesina a civiles palestinos y también a activistas solidarios extranjeros, aplicando un Sistema de Apartheid homologable al de la Sudáfrica de antaño, pero con mayores niveles de sofisticación para controlar, vigilar a la población (biopolítica del terror) y hacer insoportable la vida cotidiana por medio de confiscaciones, destrucción de hogares y todo tipo de castigos colectivos. Por dichas razones, se le debe hacer sentir presión civil, académica, política y sobre todo económica; rompiendo relaciones diplomáticas, frenando las invitaciones a profesores israelíes que apoyan la ocupación, saboteando actividades de inversiones en el extranjero, restringiendo intercambios comerciales5, no firmando TLCs, hasta que el Estado de Israel cumpla, convirtiéndose idealmente en un “crisol de culturas” y en un “democracia plena”, tal como se definen.
Por el momento, es un Estado Apartheid que desde su fundación declaró “Un Estado de Excepción”6 que se mantiene vigente, una Democracia de Bantustanes que fomenta y genera terror en contra de los “no judíos”, manteniendo una actitud beligerante, un conflicto abierto y latente con el objetivo de lograr una necesaria cohesión interna, que no se obtiene electoralmente, en donde el ejército juega un rol aglutinador clave.
A su vez, para seguir recibiendo apoyo político, compensaciones, subsidios y ayuda económica por los perjuicios provocados por la “Europa Ilustrada y Capitalista”, requiere proseguir con la propaganda de que son perseguidos por el hecho de “ser judíos”. Por este motivo, es que en países como Chile7 se viene presionando mediante diversas tácticas y maniobras políticas, para que exista una “Ley de Antidiscriminación” que haga mención explicita sobre el “antisemitismo”. De tal modo, que en la praxis política cualquier reproche a la política que implementa Israel sobre Palestina, sea considerado como un enunciado “antisemita” y por tanto despreciable en un país democrático que se supone resguardar los derechos humanos, con dicha ley una revista como Hoja de Ruta quedaría expuesta a una censura con sustento jurídico.
El reconocimiento de un Estado Palestino soberano con fronteras explicitadas es un gran avance en cuanto a la obtención de más legitimidad para la causa palestina. Pero para que dicho progreso simbólico y diplomático se haga realidad, los países que se definen como democráticos, confiables y justos, deben generar presión sobre la potencia ocupante de manera decidida. Por lo pronto, rechazar “los cursos” y “entrenamientos” que se ofrecen a las Fuerzas Castrenses por parte de Fuerzas Especiales Israelíes, para aprender a reprimir y torturar a las poblaciones locales, como lo han hecho países como Colombia y Honduras. No comprar armamento israelí, una de sus principales industrias, como lo hacen la mayoría de los países de America Latina y Europa, inclusive por países que se declaran fervientes partidarios del Estado Palestino. De hecho, según diversas fuentes, en el mes de diciembre de 2010 arribaron a Chile procedentes de Sao Paulo y Buenos Aires8 aviones no tripulados de la compañía israelí Elbit para realizar demostraciones ante las Fuerzas Armadas y de Orden.
Por otro lado, hace un tiempo atrás la empresa israelí Arrow Ecology especializada en reciclaje, le propuso al Gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli9, la instalación de una planta de residuos con una inversión estimada de 60 millones de dólares y la licitación de una Planta Potabilizadora Regional en La Plata. En tanto que el Intendente de Bahía Blanca ratificó desde Jerusalén que la Empresa Mekorot10 (Empresa nacional de Agua de Israel) ¡participará en la elaboración misma de la licitación para el tratamiento de aguas residuales!, empresa que ha conseguido recursos hídricos a partir del saqueo a los palestinos y de sus recursos naturales.
Si se acepta la instalación de megaproyectos económicos, aunque en este caso no sea responsabilidad directa de Cristina Fernández de Kirchner, el apoyo a un Estado Palestino se convierte en letra muerta. En definitiva, si el Estado de Israel no asimila ningún costo económico y político va a proseguir pisoteando a Palestina y desafiando las resoluciones internacionales, aunque el conjunto de la comunidad internacional se declare a favor de la autodeterminación del pueblo de la Intifada.
Retomando, lo que han hecho los países hegemónicos de MERCOSUR (más Paraguay y Uruguay) es compensar el TLC que firmaron y ratificaron con Israel hace escaso tiempo atrás. Es decir, la fórmula aplicada es: TLC con Israel y luego reconocimiento de un estado soberano palestino en las fronteras del 67. En Chile se podría generar una situación adversa, pero todavía peor. Reconocimiento de un Estado Palestino, sin fronteras explicitadas y luego un TLC con Israel para “satisfacer las necesidades” de cada una de las partes. ¿Les entregarán a los palestinos para construir su estado una parte de Gaza11? ¿El Reino de Jordania? ¿Un espacio en el Barrio Patronato de Santiago de Chile? O ¿quizás tendremos lugar en una “República Magallánica”, rescatando tal vez el viejo anhelo sionista de ubicarse en la Patagonia?

jueves, 20 de enero de 2011

Líbano fuerza a la ONU a votar sobre las colonias judías

La colonización israelí de los territorios palestinos vuelve a plantearse ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Líbano, que este año forma parte del Consejo, ha asumido la presentación de un borrador de resolución de tono moderado y basado exclusivamente en anteriores resoluciones y en declaraciones de autoridades estadounidenses, en el que se reafirma que "los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados desde 1967 constituyen un gran obstáculo para la consecución de una paz justa, duradera y global". El objetivo es la reanudación de las negociaciones.

Estados Unidos pidió a los representantes palestinos que no hicieran llegar la cuestión al Consejo de Seguridad. "Nos veríamos en una situación muy complicada", comentó un alto diplomático estadounidense a uno de los negociadores palestinos. Tradicionalmente, Washington impone su veto a cualquier resolución crítica con Israel. Pero los palestinos decidieron poner a Estados Unidos ante una difícil disyuntiva: en caso de vetar, Washington rechazaría su propia posición diplomática. El presidente Barack Obama declaró el 29 de mayo de 2009 que la congelación de los asentamientos entraba dentro de "los intereses de seguridad de Estados Unidos". En caso de no vetar, Washington fallaría ante sus aliados israelíes.
Los palestinos consideran que la coyuntura les es propicia. Primero, porque es Líbano, con el respaldo de todos los países árabes, quien presenta la resolución. Saad Hariri, el primer ministro en funciones de Líbano, se enfrenta a Hezbolá -que ha hecho caer el Gobierno libanés- a causa de la investigación efectuada por la ONU sobre el asesinato de su padre (los principales sospechosos parecen ser miembros de ese partido chií), y el presidente Barack Obama le ha expresado su completo apoyo. Con Líbano en plena crisis, es el peor momento para que la Casa Blanca desaire a Hariri.
Por otra parte, los acontecimientos de Túnez podrían inducir a Obama a realizar un gesto de comprensión hacia la sensibilidad árabe.
El borrador de resolución, redactado en Ramala, la sede administrativa de la Autoridad Palestina, invoca todas las resoluciones sobre el conflicto emitidas por el Consejo de Seguridad desde 1967, pero se basa, en especial, sobre la resolución 1515 de 2003. Aquella resolución, presentada por Rusia, avalaba en su totalidad la Hoja de Ruta confeccionada por Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y la secretaría general de la ONU. La Hoja de Ruta obligaba a Israel a "desmantelar todos los asentamientos erigidos desde marzo de 2001" y a "congelar toda la actividad colonizadora (incluyendo el crecimiento natural de los asentamientos)". En el actual proyecto de resolución se reitera la exigencia de que "Israel, la potencia ocupante, cese completa e inmediatamente todas las actividades colonizadoras en el territorio palestino ocupado, incluyendo Jerusalén oriental, y que respete por completo todas sus obligaciones legales al respecto".
La Autoridad Palestina considera que ha cumplido las obligaciones fundamentales que le imponía la Hoja de Ruta (lucha contra el terrorismo y cooperación con Israel en materia de seguridad, creación de instituciones para un futuro Estado), y no acepta que Israel siga construyendo asentamientos y afirme que el asunto debe ser objeto de negociación dentro de unas conversaciones de paz que no arrancan, precisamente, porque Israel incumple las exigencias internacionales en materia de colonización de los territorios palestinos.

miércoles, 19 de enero de 2011

La bandera palestina ondea por primera vez en Estados Unidos

La bandera palestina ha sido izada este martes por primera vez en el exterior de la delegación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Washington, como símbolo de la lucha de los palestinos por crear un Estado independiente. Maen Rashid Areikat, el enviado de la OLP para EEUU, izó la bandera de tres bandas horizontales de color negro, blanco y verde y un triángulo rojo desde un balcón de la delegación. Ondea así encima de la entrada principal del edificio de la misión.

El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, ha querido dejar claro que esto no significa un cambio de rumbo en la política estadounidense. Así, ha explicado que el Gobierno accedió "hace meses" a que la OLP izara la bandera palestina y ha puntualizado que eso no implica que haya cambiado el estatus de la misión en EEUU. "El dar permiso para izar la bandera no cambia su estatus básico", ha indicado.
En la ceremonia, Areikat ha calificado el momento de "histórico". "Es hora de que esta bandera, que simboliza la lucha de los palestinos por la autodeterminación y la creación de un estado, sea izada en EEUU", ha afirmado. Para Areikat, el gesto de EEUU "indica la voluntad" de la Administración del presidente Barack Obama de afrontar "las realidades". "Les interesa a la comunidad internacional, a EEUU y a todo Oriente Medio el que se crea un Estado palestino", ha agregado.
Areikat argumentó ante el Departamento de Estado que no tenía ningún sentido que se izara la bandera palestina en la base aérea estadounidense de Andrews cada vez que llegaba el presidente palestino, Mahmud Abás, y que se le reciba con la guardia de honor y no lucirla en el exterior del edificio de la delegación de la OLP.
A juicio de Areikat, el permiso de Washington también demuestra que el Gobierno de Obama se toma en serio su afirmación de que "quiere ver que la lucha de los palestinos acabe en la creación de un Estado palestino". "Lo que les urgimos ahora (al Gobierno de EEUU) es que traduzcan este apoyo al Estado palestino a la acción concreta", ha apuntado.
Los representantes palestinos trabajan para que los miembros de la ONU reconozcan la existencia de un Estado palestino y negocia con miembros del Consejo de Seguridad un proyecto de resolución que condene los asentamentos judíos en territorio palestino.

martes, 18 de enero de 2011

Hamás lanza un programa para la reconstrucción de viviendas en Gaza

Hamás ha lanzado este martes un programa para la reconstrucción de mil viviendas en la Franja de Gaza destruidas durante la ofensiva israelí 'Plomo fundido' de hace dos años. El Movimiento de Resistencia Islámica no ha querido revelar el coste o la fuente de financiación de este proyecto.

Decenas de familias siguen viviendo en tiendas de campaña y dependen de la ayuda de las agencias humanitarias después de que sus viviendas quedaran destruidas en la ofensiva israelí de finales de 2008 y principios de 2009.

"Hoy estamos anunciando el lanzamiento del primer proyecto para reconstruir lo que ha sido destruido por la ocupación en toda la Franja de Gaza", ha explicado el primer ministro del Gobierno 'de facto' de Hamás en la Franja, Ismail Haniyeh, durante la ceremonia de colocación de la primera piedra.

El ministro de Obras Públicas de Hamás, Yusef al Mansi, ha indicado que la construcción comenzará en varios puntos en entre una semana y diez días. Preguntado sobre la procedencia del dinero para el proyecto, Al Mansi ha señalado que "no hay países donantes" y que el Gobierno de Hamás financiará todas las obras.

Los donantes internacionales han prometido 4.800 millones de dólares para la reconstrucción de Gaza, pero el dinero ha estado retenido a la espera de que Hamás, que se hizo con el control de la Franja en junio de 2007, y el movimiento Al Fatá del presidente palestino, Mahmud Abbas, formen un gobierno de unidad que pueda gestionar estos fondos.

lunes, 17 de enero de 2011

Lobby de Aznar y llamados de Netanyahu a Piñera retrasaron reconocimiento de Estado palestino

El influyente periódico israelí hizo estas revelaciones en un artículo donde el líder de la comunidad judía de Chile, Gabriel Zaliasik, abordó la decisión del gobierno chileno de reconocer al Estado palestino. El matutino aseguró que el Presidente Piñera recibió dos llamados del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y que José María Aznar cabildeó en contra del reconocimiento. Ambas situaciones junto a la presión de la comunidad judía local lograron que el jefe de Estado chileno retrasara el anuncio y excluyera mención a las fronteras que complicaba al Estado Judío.
La importante revelación del lobby y presiones a las que estuvo sujeto el presidente Sebastián Piñera para que el gobierno chileno no reconociera al Estado palestino, fue dada a conocer este miércoles por el influyente periódico israelí The Jerusalem Post.
Citando fuentes anónimas en una nota donde el único entrevistado es el abogado y presidente de la comunidad judía de Chile, Gabriel Zaliasink, el periódico afirma que “una importante reunión entre el presidente chileno Sebastián Piñera y el ex primer ministro español José María Aznar –quien es un amigo de Israel y estaba de visita en Chile en ese momento- combinada con la presión de la comunidad judía local y dos llamados telefónicos de madrugada del primer ministro Benjamín Netanyahu a Piñera, lograron posponer el anuncio previsto” del reconocimiento del Estado de Palestina, realizado el viernes pasado.

En el artículo además se afirma que a comienzos de diciembre pasado, cuando Brasil dio su apoyo al Estado palestino, el Presidente Piñera estaba listo para seguir el ejemplo de Lula.
Pero las presiones, el cabildeo de Aznar –quien se juntó con el Presidente el 16 de diciembre- y los llamados de Netanyahu consiguieron que retrasara su decisión y no se pronunciara sobre el tema fronterizo, como sí lo hicieron Brasil y Argentina.
Ambos países declararon explícitamente su adhesión a la tesis palestina de las fronteras previas a la guerra de 1967 y la ocupación de Gaza y Cisjordania por parte de Israel.
Por lo mismo, según Zaliasnik la declaración del gobierno de Piñera a favor de Palestina no fue una derrota para Israel. Tampoco “una debacle diplomática”, sino más bien una especie de victoria, debido a que el gobierno chileno aceptó la independencia de Palestina pero reconoció el derecho de Israel de contar con fronteras seguras.
En el texto además se da cuenta de los esfuerzos de Zaliasnik y la comunidad judía para impedir que el Presidente Piñera decidiera reconocer al Estado de Palestina.

Guyana se convierte en el séptimo país de Sudamérica en reconocer al Estado palestino

Guyana se convirtió en el séptimo país de Sudamérica en reconocer al Estado palestino.
En un comunicado de su Ministerio de Exteriores, Guyana afirma que espera que "el reconocimiento del Estado palestino contribuya a resolver el conflicto israelí-palestino, y a la creación de una paz y estabilidad duraderas en la región".
La decisión de reconocer al Estado palestino, agrega el comunicado, fue resuelta considerando "la larga posición e inamovible solidaridad y compromiso de Guyana con las justas y legítimas aspiraciones del pueblo de Palestina para ejercer el derecho a la autodeterminación y lograr una patria independiente, libre, próspera y en paz, y nuestro respaldo durante años a una solución de dos estados para el conflicto".
El texto menciona además que Guyana extiende el reconocimiento al Estado palestino "en base a sus fronteras de 1967".

Cómo contribuye Europa a la ocupación de Palestina

En su nuevo libro Europe’s Alliance with Israel: Aiding the Occupation (La alianza de Europa con Israel: su contribución à la ocupación), el periodista David Cronin describe los pormenores de la relación del Estado de Israel con instituciones como la Unión Europea y la OTAN. Cronin nos revela así la mala fe de la Europa que dice ser una fuerza neutral favorable a los derechos más elementales del pueblo palestino. Veamos sus respuestas a las preguntas de Sarah Irving.
Sarah Irving: Hasta ahora usted se había interesado en las instituciones y asuntos de Europa. ¿Por qué decidió escribir un libro sobre las relaciones de Europa con Israel y Palestina?
David Cronin:  [1] Por dos razones. En primer lugar, como miembro de una «misión por la paz» europea estuve en Israel y en los territorios palestinos ocupados en 2001, poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Recuerdo en particular que asistí a una conferencia de prensa que (el ex primer ministro israelí) Ariel Sharon dio en el hotel Rey David en Jerusalén y el profundo disgusto que sentí ante su arrogancia y sus vitriólicas palabras.
Sharon empezó por dar la bienvenida a los presentes en lo que llamó –no recuerdo sus palabras exactas– algo así como «la eterna capital del pueblo judío desde hace 3 000 años», sin reconocer en lo más mínimo que se trataba también de la capital de las otras dos grandes religiones monoteístas del mundo. Dijo que se alegraba cada vez que un palestino moría haciéndose explotar con una bomba en un atentado suicida ya que así los palestinos se destruían a sí mismos. Aquello me escandalizó. Otra cosa me sorprendió enormemente. Sharon acusó a Europa de financiar «el terrorismo palestino».
Yo nunca había oído decir aquello. Era completamente nuevo para mí. Supongo que yo era entonces un poco crédulo al pensar que no hay humo sin fuego y al sacar de todo aquello la impresión de que la Unión Europea (UE) apoyaba a los palestinos. Chris Patten era por entonces el responsable de la Comisión de Relaciones Exteriores de Europa y presentaba muy hábilmente a Europa como «un honesto intermediario» insistiendo constantemente en que la UE hacía todo lo que podía por el progreso del «proceso de paz». Subrayaba que la UE era el mayor donante de la Autoridad Palestina y que ayudaba a desarrollar un Estado palestino embrionario. Yo acepté como ciertas muchas de esas afirmaciones.
El viraje se produjo para mí de forma completamente banal. Estaba asistiendo a una conferencia organizada por uno de los Comités de la ONU sobre Palestina en el Parlamento Europeo de Bruselas en 2007, y había una sesión sobre las relaciones de la UE con Israel. Por primera vez tuve entonces conciencia de la otra versión de los hechos y recibí información sólida sobre la profundidad de la complicidad entre la Unión Europea e Israel. Me impresionó el hecho de que hay muchos escritos sobre la relación de Estados Unidos con Israel pero no existe nada, exceptuando algunas publicaciones académicas, sobre la relación entre Europa e Israel. Así que pensé que si nadie escribía un libro sobre ese tema, tenía que hacerlo yo mismo.
Sarah Irving: ¿Cuál es, en su opinión, la poderosa «palanca» que puede explicar la actitud de Europa? En su libro usted identifica diferentes elementos: la culpabilidad por el Holocausto, intereses económicos, la influencia de Estados Unidos. ¿Cuáles son las principales influencias en ese rejuego de fuerzas capitalistas y políticas?
David Cronin: Es la combinación de varios factores. Henry Kissinger dijo una vez que la UE nunca sería un actor significativo en el Medio Oriente. Es indudable que Estados Unidos sigue siendo el principal actor de la política mundial, a pesar del ascenso de China, para la UE está lejos de no tener ningún poder. La Unión Europea es el principal socio comercial de Israel y es ella quien aporta la mayor ayuda a la Autoridad Palestina, lo cual le confiere un importante poder económico.
La asociación entre la Unión Europea e Israel se basa en el acuerdo que se hizo efectivo en 2000. El artículo 2 de ese acuerdo condiciona su aplicación al respeto de los derechos humanos. Los funcionarios europeos afirman que la cláusula de los derechos humanos no es obligatoria, pero hay especialistas que dicen que la propia UE la califica de «elemento esencial».
Legalmente, esa disposición es claramente de obligatorio cumplimiento y la Unión Europea tiene la obligación de invocar esa cláusula y de castigar a Israel, de ser necesario, cuando sobrepasa los límites. En mi opinión, el problema es la cobardía de nuestros políticos que carecen de voluntad política para enfrentarse al poder hegemónico de los estadounidenses o de los israelíes en materia de relaciones internacionales.
Israel ha desarrollado estrechas relaciones con la UE y con la OTAN. La misma estrategia se aplica en ambos casos, y a veces son las mismas personas quienes dirigen el proceso. Cuando era ministra de Relaciones Exteriores (de Israel), Tzipi Livni entendió que depender únicamente de Estados Unidos podía ser peligroso para Israel.
En noviembre de 2008 lograron acuerdos para mejorar las relaciones de Israel simultáneamente con la UE y con la OTAN. Gabi Ashkenazi, el jefe del ejército israelí, visitó varias veces la sede de la OTAN e Israel participó en ejercicio militares con la OTAN.
En julio de 2010, varios soldados israelíes murieron en un accidente de helicóptero en Rumania  [2]. Los medios no hablaron mucho del asunto pero eso demuestra hasta qué punto está implicado Israel en los asuntos de la UE y de la OTAN.
Sarah Irving: Usted habla mucho en su libro del provecho que saca Israel de esa relación. Pero ¿qué provecho saca la Unión Europea?
David Cronin: Es una buena pregunta porque no está demostrado que esta relación tan estrecha con Israel resulte verdaderamente provechosa para la Unión Europea. Existe una escuela de pensamiento –con la que yo simpatizo– que defiende la idea de que la UE haría mejor en olvidarse de Israel y concentrar sus esfuerzos en mejorar sus relaciones con los Estados árabes. Pero los factores decisivos residen en las oportunidades comerciales y económicas.
En 2000, según la Agenda de Lisboa  [3], la Unión Europea se había fijado como objetivo oficial convertirse en la economía más avanzada del mundo en el sector de la informática. Pero mientras que los europeos hablaban del asunto, los israelíes se dedicaron a hacerlo y lo lograron. Intel está preparando en Israel la próxima generación de semiconductores para computadoras. Gran cantidad de aplicaciones «atractivas» sobre Internet han sido desarrolladas en ese país.
Los israelíes dedican a la investigación tecnológica el 5% de su PIB, alrededor del doble que los estadounidenses. La Agenda de Lisboa había fijado como objetivo un 3% que no se alcanzó. El aspecto más importante de las relaciones entre la UE e Israel es por lo tanto la cooperación científica.
Los israelíes forman parte del Programa de Investigación Científica de la Unión Europea desde los años 1990. La semana pasada pude ver algunas cifras según las cuales los israelíes participan en 800 proyectos de investigación científica por un valor de 4 300 millones de euros entre 2007 y 2013.
La burocracia de la UE piensa que hay que mantener buenas relaciones con los israelíes debido a su superioridad tecnológica.
El problema es que buena parte de los logros tecnológicos de los que tanto se enorgullece Israel están estrechamente vinculados con la ocupación. Como señalo en mi libro, Elbit (la firma que fabrica los aviones sin piloto utilizados contra la población de Gaza) e Israel Aerospace Industries figuran entre los beneficiarios de las subvenciones de la Unión Europea destinadas a la investigación científica. Así que el contribuyente europeo está ayudando al desarrollo de la industria bélica israelí.
Sarah Irving: En la más reciente cumbre de la OTAN se anunció un nuevo programa de misiles de defensa, por vez primera en colaboración con Rusia, que supuestamente se manejaría desde los navíos estadounidenses basados en el Mediterráneo. ¿Qué implicaciones tiene eso para las relaciones entre Israel y la OTAN?
David Cronin: Muchas. Si se habla del ataque contra la flotilla (que transportaba ayuda para Gaza), legalmente fue un ataque contra Turquía.
El Mavi Marmara era un barco turco y Turquía, que es miembro de la OTAN, pidió que la ONU se reuniera con urgencia después del ataque  [4].
Imagínese por un instante que se hubiese tratado de Corea del Norte. Se abría desencadenado el fuego del infierno. Pero fue Israel. Así que, aunque la OTAN condenó claramente el ataque, no hubo ninguna repercusión a largo plazo. Creo que Turquía ni siquiera puso fin a su propia colaboración militar con Israel y que incluso utilizó armas israelíes contra los kurdos en el norte de Irak.
En cuanto al nuevo concepto estratégico de la OTAN y su sistema de defensa antimisiles, se discute mucho sobre una participación de Israel. Yo sé que numerosos responsables de la OTAN han viajado a Israel y que ha habido entrevistas en la ciudad del aeropuerto, cerca de Tel Aviv, sobre la manera como Israel pudiera colaborar con ese proyecto. Israel ha desarrollado mucha tecnología de interés para la OTAN, como el sistema de intercepción de misiles bautizado Iron Dome. Así que se ve a los israelíes como expertos, se les consulta y es muy probable que desempeñen un activo papel en el nuevo sistema de defensa que tantas ansias despierta de parte de la OTAN  [5].
Sarah Irving: Ciertos dirigentes, como Nicolas Sarkozy en Francia, hablan mucho del programa nuclear iraní pero nunca hablan del programa nuclear de Israel. ¿Da usted crédito a la «opción Sansón», teoría según la cual las naciones europeas están perfectamente conscientes de la amenaza que representan las armas nucleares israelíes que pudieran destruir cualquier capital europea casi sin advertencia?  [6]
David Cronin: A veces hay que subrayar lo que es evidente, pero lo más importante y que la mayoría de los comentaristas desgraciadamente no ven es el prodigioso nivel de hipocresía que rodea este tema. Nosotros sabemos que Israel tiene un poderío nuclear realmente considerable y que nunca lo ha reconocido. A diferencia de Irán, Israel nunca ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear y no acepta ninguna inspección de sus instalaciones, pero le estamos deciendo a los iraníes que no pueden desarrollar capacidades nucleares a sabiendas de que Israel ya las tiene.
El doble rasero es flagrante. En lo tocante a la «opción Sansón», yo pienso que es algo que los dirigentes europeos probablemente tienen en mente. No he estudiado el tema en profundidad, pero no rechazo esa teoría.
Sarah Irving: Investigadores como Daud Hamudi, de Stop the Wall, han expresado sus serias preocupaciones sobre las zonas industriales financiadas bajo la forma de «ayuda» por los países europeos. Hace años que las colonias israelíes utilizan la fuerza de trabajo palestina insuficientemente pagada para sus productos de exportación. Las zonas francas situadas en el sur de África o en América Central han sido a menudo lugares donde las condiciones de trabajo de los obreros eran espantosas y que resultaron además ser focos de ganancia de corta duración ya que algún país competidor lograba siempre reducir todavía más sus propios costos. ¿Es posible que en el futuro veamos eso en Palestina?
David Cronin: Hay que preguntarse por qué la Unión Europea pone tanto empeño en apoyar a Mahmud Abbas y a Salam Fayyad. La legitimidad democrática de ambos es prácticamente nula. El mandato de Abbas como presidente electo ya expiró. La Unión Europea se presenta como una instancia que apoya los principios democráticos y –con toda razón– exige que los países candidatos a ser miembros de la UE respeten ciertos parámetros. Pero cuando se trata de los territorios palestinos ocupados se olvida de todo eso. La Unión Europea ha decidido ignorar los resultados de la elección democrática del año 2006 porque los palestinos, en opinión de la Unión Europea y de Estados Unidos, «votaron mal».
El caso de Salam Fayyad es particularmente inquietante. Es un tipo que no es nada popular en su propio país, pero Occidente lo adora. Tenemos que preguntarnos por qué. Y la única respuesta que yo puedo encontrar es que [Fayyad] está completamente impregnado de la visión neoliberal reinante en Washington y en Bruselas. Trabajó en el Banco Mundial y en el FMI y, como subrayo en mi libro, su escrito «Hacia un Estado palestino» se parece mucho a los programas de ajuste estructural que el FMI impuso a la mayor parte de África en los años 1980 y que viene preparando para imponer ahora en mi propio país, Irlanda  [7].
Aquí se está hablando de reducir los salarios de los funcionarios y los gastos en general, exceptuando –lo que resulta significativo– los gastos en materia de seguridad, y de convertir al sector privado en el motor del crecimiento. Así que es exacto el análisis que usted hace. La idea es convertir Palestina en un taller de miseria en beneficio de Israel.
Sarah Irving: Usted escribió en Electronic Intifada un artículo sobre la participación de la Unión Europea en el entrenamiento de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina, que supuestamente se inscriben en la perspectiva de la construcción de un Estado palestino. ¿A qué se parece, en su opinión, la visión europea de un Estado palestino? ¿Estamos hablando de un Estado muy pequeño dotado de un férreo sistema de seguridad y de un régimen económico neoliberal?
David Cronin: Yo no emplearía aquí la palabra «visión». No estoy seguro de que la UE tenga una visión. La «solución de los dos Estados» es para la Unión Europea una especie de mantra, pero no creo que se hayan preguntado seriamente lo que eso significa. Los acuerdos de Oslo, con todos sus defectos, tenían por lo menos el mérito de hablar de Gaza y de Cisjordania como una sola entidad. Pero hoy en día viajar de un territorio a otro es casi imposible para un palestino e Israel controla una parte tan grande de Cisjordania que no es posible una aplicación viable de la solución de los dos Estados. Yo pienso que los representantes de la Unión Europea se esconden actualmente detrás de la retórica. No presentan ningún pensamiento estratégico a largo plazo que indique hacia donde quieren avanzar, aparte de fortalecer sus relaciones con Israel a expensas de los palestinos.
No podemos olvidar que la Unión Europea presenta la misión de policía COPPS (la misión de entrenamiento de la UE en Cisjordania) como la preparación de una fuerza policial con vistas a un Estado palestino independiente, pero esos policías no tienen ninguna autoridad para arrestar a los colonos israelíes y no tienen derecho a entrar en el sector C (la parte de Cisjordania donde, según los acuerdos de Oslo, Israel conserva la prerrogativa de imponer la ley y mantiene el control de las construcciones y proyectos).
Más del 60% de Cisjordania no se encuentra bajo la jurisdicción de esa fuerza de policía. Hay también muchas pruebas de que la UE cierra los ojos ante los abusos que comete la policía palestina. Existen pruebas de torturas recogidas por las organizaciones palestinas de derechos humanos y es por lo tanto bastante repugnante que la Unión Europea presente su acción como una amable ayuda a los palestinos.
Sarah Irving: Uno de los problemas que tienen los libros es que pueden verse desactualizados según acaban de salir de la imprenta. ¿Hay nuevos hechos importantes que usted quisiera mencionar en las relaciones entre la Unión Europea e Israel?
David Cronin: Lo más importante es que en el otoño de 2010, Kathy Ashton, la responsable de la política exterior de la Unión Europea, recomendó que se promoviera a Israel a la categoría de «socio estratégico». Todavía no está claro lo que eso significa, pero parece que Israel sería considerado al mismo nivel que China o Estados Unidos en la escala de prioridades oficiales de la UE.
Ashton ha sido un desastre en materia de relaciones con Israel. Para ser honesto hay que decir que hizo algunas declaraciones fuertes sobre Jerusalén y la expansión de las colonias israelíes, y también sobre la pena de encarcelamiento contra (el militante de base) Abdulah Abu Rahmeh, lo cual sorprendió a cierta gente.
En cuanto a lo demás, ha tratado a los israelíes con guantes de seda. Ha estado varias veces en Gaza pero se ha negado a reunirse con el Hamas. Ha tratado de presentar las misiones como exclusivamente humanitarias y ha minimizado el alcance político de estas. Uno puede pensar lo que quiera del Hamas, pero el hecho es que ese movimiento ganó una elección que los propios observadores de la UE reconocieron en 2006 como libre y honesta.
Es inconcebible que Kathy Ashton viaje a algún lugar del mundo y se niegue a reunirse con los líderes políticos locales. Cuando estuvo en Jerusalén este verano, dio una conferencia de prensa conjunta con (el ministro israelí de Relaciones Exteriores Avigdor) Lieberman y el único prisionero por quien se interesó, al menos en público, fue por Gilad Shalit. Ignoró totalmente el hecho que Israel encarcela cada año a 700 niños palestinos, a menudo únicamente por haber lanzado piedras, y que esos niños sufren abusos en prisión. Pero, en su buen comportamiento, Kathy Ashton no parece interesada en los abusos a los que son sometidos los niños palestinos. Le parece más interesante lo que puede suceder con un soldado –quien debe, por supuesto, se tratado de forma humanitaria y liberado– pero que estaba siendo partícipe de una brutal ocupación militar.
Sarah Irving: Usted termina su libro diciendo que la UE ofrece oportunidades a quienes militan por la causa palestina. ¿Cuáles son en su opinión las tácticas más eficaces? ¿Valdría la pena dirigirse a los miembros del Parlamento Europeo?
David Cronin: Voy a contestar primero la segunda pregunta. Yo me oponía al Tratado de Lisboa, pero una de sus cosas buenas es que dio más poder al Parlamento Europeo, que –a pesar de todas sus imperfecciones– es una instancia electa a través del voto directo. Aunque en el libro yo no entro mucho en detalles, de las tres principales instituciones de la UE –el Consejo de Ministros, la Comisión y el Parlamento– el Parlamento ha sido la menos maleable. A pesar de presiones muy fuertes, la mayoría de los miembros del Parlamento Europeo apoyó el informe Goldstone sobre el ataque de 2008-2009 a Gaza.
Más recientemente, el Parlamento Europeo bloqueó un acuerdo técnico que debía facilitar la adecuación de los bienes industriales israelíes a las reglas de la Unión Europea mediante la armonización de las normas. Se trata de un tema aburrido y nada excitante, pero el Parlamento Europeo –o en todo caso uno de sus comités– planteó interrogantes desacostumbradas y retrasó la aprobación del acuerdo.
El Parlamento Europeo carece, sin dudas, de la capacidad de congelar todas las relaciones con Israel, pero sí puede complicarle la vida. Son en definitiva los ciudadanos de la Unión Europea quienes tienen que presionar a los miembros del Parlamento Europeo para obligarlos a resistirse al lobby israelí. Israel se dedica a un intenso cabildeo y existe una red de «amigos de Israel» que trasciende los partidos. Así que es importante que el Movimiento de Solidaridad con Palestina contrarreste a ese grupo de presión rico y secreto que trata de ejercer su influencia sobre instituciones fundamentales.
Para responder a la otra pregunta, y para decirlo muy simplemente y quizás hasta groseramente, la gente común no puede esperar que sus políticos y sus funcionarios tomen medidas contra Israel. Es por ello que, en mi opinión, hay que apoyar la campaña de boicot, de retiro de inversiones y de sanciones. Pero no debemos olvidar que se trata de un recurso táctico, no de una estrategia completa, y que hay que utilizar medios tácticos complementarios. Israel dedica mucho tiempo, energía y dinero a hacer creer que es «la única democracia del Medio Oriente», y el Movimiento de Solidaridad con Palestina tiene que movilizar todos sus recursos para contrarrestar esa campaña sesgada.

Israel, una dictadura con vestimenta de democracia

Israel es una dictadura fascista. ¿Qué dudas caben a esta altura del partido? La última noticia que confirma todo lo que ya sabíamos nos la trae Guideon Levy, periodista del periódico liberal israelí Haaretz (El País). Israel comienza a legalizar lo que en acto tanto sus servicios secretos, como su ejército y policía venían practicando, dentro y fuera de sus “fronteras” que es la persecución a quienes piensan distinto, a la “izquierda”, como en las mejores épocas de nuestras dictaduras latinoamericanas. Prohíben a los árabes, dueños originarios de esas tierras siquiera reclamar por ellas, pero prohíben todo movimiento de solidaridad de puertas adentro con el pueblo palestino. Israel termina de delinear entonces su fascismo a la israelí, fascismo del que estaría sumamente orgulloso hasta el propio Benito Mussolini. Los hijos del ocaso se armaron en respuesta, cantaría Ismael Serrano, mientras un militar detiene a un activista judío por denunciar la ocupación y la masacre en Gaza.
Nadie puede negar sus orígenes y comenzar las reflexiones que siguen, requieren remontarme a mi propia historia personal. La primera vez que estuve en Israel tenía 18 años. En 1993 terminado el colegio secundario en la escuela judía de Tucumán, al norte de Argentina, y como muchos jóvenes de la comunidad, decidía viajar para vivir una “experiencia” en Israel, vivir un año allí presuponía para ese Estado la inversión en la posibilidad de reforzar mis lazos con la tierra, que según me decían, era de “mis ancestros”. Pero 1993 fue el año donde se sellaron los acuerdos de Oslo y veía en lo personal con simpatía como el asesinado primer ministro de Israel, Itzak Rabin, estrechaba su mano con la del Líder de la Organización para la Liberación de Palestina, Yaser Arafat. En ese momento mi formación, “sionista”, la cual yo creía de izquierda, me hacía ver con admiración un acuerdo con los árabes que le devolviera sus tierras y que naciera, a la par de Israel, un Estado Palestino. Hasta ese momento yo concordaba con la idea de dos Estados para dos pueblos. Parecía osado incluso plantear en aquel momento la necesidad que Israel devolviera todos los territorios conquistados en 1967, incluída la Jerusalem oriental, que sería, según mi visión, no solo la capital del futuro Estado Palestino, sino y sobre todo, la solución al llamado “conflicto árabe israelí”.
Han pasado casi 20 años y luego de mucho estudio y muchas lecturas, me fui dando cuenta que mi propia formación transitaba peligrosamente los caminos que conducían a un tipo de educación cuasi fascista. Al tiempo de ir leyendo, estudiando y comprendiendo los claros oscuros de la política estadounidense en medio oriente y las acciones de Israel, descubrí otra “historia judía” nunca narrada por las fantasías de alguno de mis “maestros”. La historia entonces dejó de ser lineal, dejó de ser un mito, los árabes, más exactamente los palestinos, dejaron de ser mis “enemigos” y comprendí que aquella tierra que me decían era ancestral y me pertenecía por derecho divino, no tenía absolutamente nada que ver conmigo. Incluso mis raíces se remontan a la antigua Rusia, a unos pueblos de lo que sería Ucrania muy seguramente. Mis orígenes eran eslavos y no semitas, aunque en cultura y tradición me había criado en el seno de una familia judía, no había lazo que me atara a Palestina, solo un falso sentimiento de pertenencia a una tierra lejana y sobre la cual se rezaba también en los templos, como si los lazos identitarios necesitaran ser reforzados ubicándolos junto a Dios.
La nueva tradición, reforzada por el sionismo naciente a fines del S. XIX nos hacía creer que nuestros lazos estaban en la tierra prometida, según los mandamientos bíblicos, aún cuando los padres mentores del sionismo y del nacionalismo judío, promovían sí la declaración de un hogar nacional pero no importaba si éste se erigía en tierra santa o en la Patagonia argentina. El lazo con Palestina lo fue creando cierto mito fundador, común, y esto hay que decirlo claramente, al surgimiento de todos los Estados modernos.
Hagamos un paréntesis necesario y pongamos un ejemplo de lo que venimos sosteniendo. La Argentina en la que vivo se hizo de la misma manera y las denuncias de este tipo de nacionalismo me valen tanto para Israel como para cualquier otro “Estado Nación”. Claro que es mucho más grave cuando ese Estado Nación pretende construirse sobre la base de una pureza étnica, como lo procuraron los nazis en Alemania (solo por citar un ejemplo, quizás el más visible de todos). Pensemos por un momento comparativamente los argumentos de los llamados padres fundadores del Israel moderno y de la Argentina moderna. Sarmiento decía que civilizar significaba poblar y por lo tanto fue necesario un genocidio, el practicado por el entonces presidente Julio Argentino Roca, para exterminar al aborigen, considerado en este caso un “nadie” que debía ser aniquilado para dejar espacio al hombre blanco, más preferentemente anglosajón, y poblar así la Patagonia. Idéntico planteo sostenían los padres fundadores de Israel cuando afirmaban: una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra, aún cuando en la Palestina histórica convivían en paz una minoría judía con una amplia mayoría árabe.
Palestina, como la Patagonia argentina, no solo no estaba despoblada, sino que tenía a su población originaria habitando en ella. Esto último es reconocido hasta por los propios historiadores israelíes y no es una mera declaración panfletaria del autor de estas líneas. Los historiadores narran lo que sus fuentes cuentan y fue lo que hizo el historiador israelí, hoy exilado en Gran Bretaña, Ilán Pappé, quien tras publicar su excelente trabajo, La limpieza étnica de Palestina, tuvo que buscar refugio en el país europeo tras recibir reiteradas amenazas de muerte. Otro mito de los fundadores del Estado era que tras la decisión de establecer un “hogar nacional judío” en Palestina, los habitantes originarios tomaron la decisión de abandonar su suelo natal y marcha al exilio. Parte de sus hipótesis Pappé las sostenía mucho antes de publicar el libro ya mencionado.[1]
Pero regresemos a la cuestión central de nuestro artículo. Como anticipando la actual ley parlamentaria, que busca perseguir a toda organización o intelectual de “izquierda”, Pappé sufrió en carne propia la persecución fascista de un Estado cada vez más ciego. Hay que tener en cuenta aquí que la izquierda en Israel no solo la conforman grupos de tendencia socialista, marxista o socialdemócrata, sino que la izquierda en Israel la conforman los críticos de las políticas represivas del Estado hacia los palestinos, desde los más moderados dentro del propio sionismo, hasta lo más radicales antisionistas. Dentro y fuera de sus fronteras, Israel los (nos) considera un peligro que debe ser perseguido y aniquilado. El “macartismo” ahora legalizado, nos recuerda a la peor de las dictaduras latinoamericanas que en los ’60 y ’70 persiguió, secuestró, torturó e hizo desaparecer a la oposición política, a la “izquierda”. Buen ejemplo son los 30.000 detenidos desaparecidos que dejó tras de sí la dictadura instaurada en Argentina el 24 de marzo de 1976.
El gobierno de Israel, independientemente de su signo (recordemos a Golda Meyer, laborista ella y sus expresiones que tildaban a los palestinos de ser “cucarachas”), ha perseguido desde sus orígenes a los palestinos sin cesar en su política de limpieza étnica. Hoy podemos afirmar y sin miedo a equivocarnos, que en los últimos años tendríamos que hablar de Genocidio, cuestión ya discutida en otros artículos anteriores. La novedad ahora reside en que el gobierno ha comenzado una caza de brujas aún hacia los que se suponen son “sus compatriotas”, los judíos, que en una organización o en otra, rechazan las distintas políticas represivas hacia los palestinos y osan denunciarlas.
Una batalla perdida por Israel, aún en sus intentos “hasbarádicos”[2], en el campo de los medios, ya que gracias a las nuevas tecnologías nos permite el intercambio de “ideas diferentes” a las esbozadas desde el propio Estado dictatorial. Recordemos entonces algunas acciones propias de un Estado dictatorial cuando las autoridades israelíes rechazaron la entrada al “Estado judío” a uno de los intelectuales más críticos sobre Israel, Norman Finkelstein. Finkelstein, estadounidense de origen judío e hijo de sobrevivientes del Genocidio nazi ha sufrido en carne propia la expulsión del Estado que se dice de “todos los judíos”.
El mismo Finkelstein explicaría los basamentos de la impunidad de que goza Israel para todos estos actos criminales. Según el politólogo “básicamente por tres razones. Una, la más obvia, es la impunidad política por el apoyo incondicional de EEUU. Por otro lado, disfruta de una impunidad moral por su explotación del Holocausto nazi. Por último, esta explotación ha sido y es organizada muy eficientemente por el lobby israelí en EEUU.” Si Finkelstein viviera en Israel seguramente sería uno de los perseguidos por el Estado que ahora se arroga el derecho de decidir qué deben pensar incluso los judíos a quien dice representar. Seguramente Finkelstein, al igual que Pappé, debería solicitar refugio en algún país occidental donde poder seguir con sus investigaciones.
Para nuestra suerte, judíos que vivimos fuera de ese Estado que dice representarnos, sus políticas no nos impiden levantar nuestra voz, aunque el lobby sionista en nuestros países procure colocarnos en posiciones supuestamente antisemitas, parte del juego hasbarádico de quienes trabajan en consonancia con las embajadas de Israel en todo el mundo. Judíos y no judíos. Porque también debemos ser claros que quienes hoy apoyan a Israel en su fase de mayor represión a los palestinos son la derecha más extrema de la Europa Occidental: los Berlusconi y los Aznar, que ven en el nacionalismo judío una clara expresión de lo que ellos mismos representan en sus países. Lo peor del nacionalismo.
Pero decía, no pueden callarnos con esas leyes, pues las mismas, y con la vergüenza que da escribirlo, solo valen, para la autoproclamada “única democracia en Oriente Medio”. En junio de 2009 escribía ya entonces que el fascismo israelí no podía prohibirnos recordar la tragedia palestina fuera de Israel. En aquella oportunidad denunciaba las dos leyes que para entonces parecían ser las más duras que podía sancionar un Estado autoproclamado democrático como ser la que condena incluso con la prisión a quienes osen recordar al Nakba, la tragedia palestina, y a quienes se atrevan a cuestionar el carácter “democrático y judío” del Estado de Israel. Estas dos últimas leyes en cuestión hasta se quedan cortas al parecer de los diputados israelíes en la persecución a quienes en su derecho a ejercer la memoria y la protesta, osaban y osan con cuestionar incluso la propia historia oficial de ese mismo Estado.
Poca repercusión ha tenido esta nueva bofetada a la razón de un Estado que perdió la razón. Si alguna vez la tuvo. El periódico vasco Gara, fue el primero en dar la voz de alerta el 6 de enero de 2011 cuando publicó la noticia de que el gobierno israelí investigaría a los grupos de izquierda en Israel que “deslegitimen” las acciones del Estado.[3] Como reflexión sobre el peligroso abismo en el que vuelve a caminar Israel me quedo con los conceptos vertidos por Gideon Levy en Haaretz con motivo de comentar la nueva ley: “los pocos solitarios que mantienen la llama vacilante de la maltrecha humanidad se les acusa, condena y castiga mientras que a los verdaderos culpables se les absuelve de todos los cargos. La policía, el sistema legal, la Knesset, el Shin Bet, y el ejército han unido sus fuerzas a los de los propagandistas del derecho a actuar como fiscales sin un juicio, mientras que la izquierda se ve privada de un abogado defensor.”[4]
Pero no es cierto que la izquierda se queda sin su abogado defensor. Desde el campo de la izquierda en todo el mundo, judíos y no judíos, nos seguiremos movilizando, seguiremos exigiendo nuestro derecho a una memoria justa y seguiremos reclamando en voz alta, clara y firme, el derecho del pueblo palestino a vivir en paz en SU TIERRA. Seguiremos mostrando al mundo por todos los medios posibles los crímenes de lesa humanidad que Israel comete a diario, seguiremos mostrando el genocidio en su faz más descarnada. Desde Israel podrán perseguirnos, podrán amedrentarnos con las instituciones pagadas por la embajada, o podrán enviarnos sus matones a domicilio, pero esto no hará sino que las voces de protesta se multipliquen por el globo y finalmente Israel deba pagar por sus crímenes. Será para vergüenza de muchos de sus seguidores, cuando en unos años vean la foto de un avión de caza con la estrella de David bombardeando Gaza y masacrando a miles de personas. La vergüenza entonces será de los que ahora en complicidad, por acción o por omisión, callan. Nosotros, no tenemos miedo y volvemos a decir claro y fuerte: EN NUESTRO NOMBRE NO. Nunca más, NO.
NOTAS

[1] En una entrevista el historiador israelí reconocía que: “mi padre y mis profesores nos habían repetido una y mil veces que cuando se fundó el Estado de Israel en 1948 los palestinos prefirieron irse y eso es mentira. Los archivos que consulté y los documentos que yo mismo leí demostraban que los palestinos fueron expulsados por los israelíes con terror, amenazas y violencia.” http://www.solidaridad.net/articulo1066_enesp.htm
[2] El término “savara” significa en hebreo “la explicación. Asimismo la Hasbará es una organización fantasma que busca mejorar la imagen de Israel dentro y fuera de las comunidades judías de todo el mundo con el fin de mostrar una imagen impoluta del Estado. Hemos leído en infinidad de oportunidades como miembros de esta organización se han esforzado en explicarnos los motivos, por ejemplo, que justificaron la masacre en Gaza a fines de 2009 o la segunda invasión al Líbano seguida de masacre en julio de 2006. Hasbarádicos por lo tanto serían los intentos de Israel de explicar las supuestas bondades de un Estado judío étnicamente puro.